jueves, 26 de mayo de 2011

T R O P A D E É L I T E

Introducción a la Película
(texto seleccionado para realizar análisis)

Rio de Janeiro tiene más de 700 favelas, casi todas dominadas por traficantes armados hasta los dientes. No son solo negros con AR15, UZI’s, AK47 y más. En el resto del mundo esas armas son usadas para la guerra… en Rio, son las armas del crimen. Un tiro de 7.06 atraviesa un auto como si fuera de papel.
Es estúpido pensar que en una ciudad así, la policía va a subir a las favelas solo para hacer cumplir la ley. El policía tiene familia y también tiene miedo de morir. Es por eso que en esta ciudad, todo policía tiene que escoger, o se corrompe, se esconde o va a la guerra.
A la mayoría de las personas no les gusta la guerra, y el mayor Oliveira no es la excepción. Todos los viernes sube al morro para buscar… el arreglo, el dinero que los policías corruptos cobran para encubrir el tráfico de drogas. Los traficantes viven en guerra, pero también quieren sobrevivir. Para qué intercambiar tiros con la policía, si se puede negociar.
Solo que aquella noche había un policía que no estaba ahí por el dinero, era el capitán Favio, el estaba ahí obligado y con el culo en la mano. Si Favio no hubiese estado en esa situación, Neto y Matías no habrían subido la favela. Neto y Matías nunca se iban a someter ni corromper, ellos eran honestos.
La verdad es que la paz en Rio depende de un equilibrio delicado entre la munición de los bandidos y la corrupción de los policías. La honestidad es parte del juego. Es un equilibrio inestable que puede ser roto por la menor de las torpezas, y aquel viernes pegó fuerte en Babilônia. Fue aquella noche en que Neto y Matías decidieron ir a la guerra.
Si Rio dependiera solo de la policía convencional, los traficantes ya habrían tomado la ciudad mucho tiempo atrás. Es por eso que existe el BOPE, tropa de elite de la policía paramilitar. En teoría, BOPE es parte de la policía militar, en la práctica, es una policía completamente diferente. El símbolo del BOPE deja claro lo que pasa cuando entramos a la favela; y nuestra boina no es azul… es negra. El BOPE fue creado para intervenir cuando la policía convencional no puede, y en Rio de Janeiro, eso pasa siempre.

(Tropa de Elite, m. 1’ 25’’ - 6’ 45’’)

Desarrollo del Análisis

La película se desarrolla en las favelas de Rio de Janeiro, las que se caracterizan por ser espacios de ocupación espontánea, lo que ha generado una arquitectura de crecimiento orgánico y no determinada por un planeamiento urbanístico, a diferencia de lo que plantea Soja en “El archipiélago carcelario” de Postmetrópolis, que apunta a una reestructuración en ciudades como Los Ángeles, que bajo el concepto de ciudades carcelarias, se convierten en espacios normalizados y estrictamente restringidos por la seguridad y el control social. En estos espacios, se ha erradicado a los pobres, por considerarlos como un  peligro inminente para los más ricos, quienes se han encargado de trasladar a este grupo de “criminales” hacia la periferia. En el caso de las favelas, ocurre el proceso inverso, ya que la ocupación de terrenos ubicados en el centro de la ciudad no pudo ser erradicada por parte del gobierno (incapacidad del estado), instalándose así estos aglomerados poblacionales que no se rigen por las normas de planificación territorial, es una suerte de anarquía social y constructiva en donde impera la violencia. Lo que se genera es un proceso de desigualdad social, en donde la transformación del espacio urbano conduce a la desintegración del cuerpo social, una “marginalidad avanzada” (Wacquant, p.168)

“Todos los fenómenos sociales son, hasta cierto punto, la obra de voluntad colectiva, y ésta implica la elección entre diferentes opciones posibles. […] El ámbito de lo social es el ámbito de la modalidad.”
(Marcel Mauss. “I es civilisations. Elements et formes” 1929).

En la ciudad posmoderna el control se ejerce desde la arquitectura, ya que es el soporte en el cual se instala la seguridad en puntos estratégicos planeados dentro del orden urbano. Las favelas en cambio, no están provistas de este orden, por lo que el único medio que queda para ejercer control, es la fuerza policial o de control militarizado. En la película, Nacimiento nos explica que la policía convencional se enfrenta a opciones y debe elegir, ya que ésta policía esta en función de una ciudad formal posiblemente medible o manejable, lo que dificulta su acceso a las favelas para imponer ley y orden; finalmente lo que les conviene hacer para tener cierto grado de control, es fidelizar con los habitantes de los morros, específicamente con los narcotraficantes que son quienes controlan las favelas. Es una cuestión de sobrevivencia, la voluntad colectiva, en donde todos los participantes pueden elegir ser o no parte del juego. BOPE genera una estrategia que se adapta a la estructura genérica de la favela, analizando su arquitectura y utilizándola como medio para atacar los puntos vulnerables para los traficantes. Las favelas son una especie de trincheras, en donde se desata una guerra que no puede ser combatida por la policía convencional, ya que tienen debilidades en estrategia, armas y formación, sino por una “tropa de élite” con entrenamiento paramilitar. La ciudad se transforma en campo de batalla, en donde las decisiones han sido determinadas por la voluntad política y por otrora, por la voluntad social; lo que ha ocurrido es respuesta a un mal manejo que es sabido como tal, un manejo no efectivo de las políticas de mejoramiento urbano y social.

Por medio de la introducción de film podemos comprender que la clave de la participación de una policía convencional, es que genera un equilibrio, finalmente contiene la guerra por medio de la corrupción que tiene que ver con acuerdos entre traficantes y policías, que en cierto modo sirven de impedimento al desenfreno colectivo, pero que por otra parte, están en desmedro del desarrollo y el crecimiento: “expertos en políticas públicas están marcadamente preocupados por impedir o contener los “desordenes” que se preparan dentro y en torno de los enclaves de expansión de declinación y abandono urbano.” (Wacquant, p.170). Como nos habla en Parias Urbanos, el problema de la marginalidad social radica en la prosperidad económica y las políticas gubernamentales, en las que es el Estado, quien genera las mayores desigualdades y desintegración urbana, ya que resulta mucho más rentable militarizar el conflicto, que dar oportunidades para sacar a los habitantes de las favelas del narcotráfico; es el imperio del mercado y la ausencia de la ética político-cultural.

Frente a esta situación, el hemisferio “criminal” de la sociedad brasileña, ha fundado una banda carcelaria en la cual se organizan los reos para “combatir la opresión”: es el Primer Comando Capital (PCC). La mafia se organiza políticamente, pasan a ser sujetos revolucionarios que despiertan en razón a su marginalidad social y económica. Es la llamada desesperanza aprendida, son sujetos que asumen la discriminación y deciden enfrentar al Estado, no buscar beneficios.

Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social. […] Ustedes son los que tienen miedo de morir, yo no. Mejor dicho, aquí en la cárcel ustedes no pueden entrar y matarme, pero yo puedo mandar matarlos a ustedes allí afuera. Nosotros somos hombres-bomba. En las villas miseria hay cien mil hombres-bomba. Estamos en el centro de lo insoluble mismo. […]¿Qué cambió en las periferias? Mangos. Nosotros ahora tenemos. ¿Usted cree que quien tiene 40 millones de dólares como Beira Mar no manda? Con 40 millones de dólares la prisión es un hotel, un escritorio. ¿Cuál es la policía que va a quemar esa mina de oro, entiende? Nosotros somos una empresa moderna, rica. […] Nosotros estamos en el ataque. Ustedes en la defensa. Ustedes tienen la manía del humanismo. Nosotros somos crueles, sin piedad. […]Estamos todos en el centro de lo insoluble. Sólo que nosotros vivimos de él y ustedes no tienen salida. Sólo la mierda. Y nosotros ya trabajamos dentro de ella. […]
Marcos Camacho
Diario O Globo, Editorial Segundo Cuaderno
23 de Mayo de 2007

La policía militarizada, los traficantes armados para una guerra que se ha desatado en base a la desigualdad, a la falta de posibilidades de estos sujetos condenados a la obsolescencia, es el escenario al que se enfrenta Brasil; el tráfico de drogas ha sido la respuesta y solución económica frente a la ausencia de trabajo, y ha resultado un negocio rentable. Estos sujetos tienen dinero, ya no necesitan del Estado, por ello lo combaten y éste responde con la misma violencia que es atacado. Waqcuant propone que una posible solución es hacer una “reconstrucción fundamental del Estado de bienestar” por medio de la cual se entreguen  a la sociedad, los elementos necesarios para es surgimiento, pero por su parte, Camacho, líder del PCC, exclama que es imposible una solución, que ellos ya son una empresa rica, que en el sistema están involucradas incluso altas autoridades o participantes de la policía; el problema está radicado y no están dispuestos a prescindir de lo que han logrado: tienen dinero, armas, drogas y control.

domingo, 22 de mayo de 2011

O B J E T T R O U V E (rutas + fotos)



Ruta 



                                                                      (Ruta + Recorrido)




(Recorrido + fotos)

...en medio de una tormenta de comunicación, donde hay un pilar con seguridad


y un pajarito que destaca por su belleza, al contrario


del viejo cartero que espera ahí, lleno de oxido  


frente a la publicación de aysen, quien 


soporta el enredo de la naturaleza, alejado de


la soledad de dos sillas viejas, que me hablan sin decir nada  


 al igual que los medidores que esperan

a chapo que es algo infantil, que refugia a los niños


los cuales se escapan por el techo 

o se esconden al fondo del patio


solo ellos pueden mezclar la delicadeza,


de un perro que vigila con una hermosa ternura 


los cables que apuntan al cielo, que se camuflan entre las ramas


marcadas con una equis.  


algo que le indicara a sacha  





que espere un momento en el balcón florido


donde la navidad es una


pequeña parrilla que esta junto al 


 pasillo de ropa, que se seca sin sol 


algo que no es fácil de construir 


no es como reparar una bicicleta,


o una vieja y olvidada cúpula 


que no deja claro 


el pasar del tiempo sobre ella.


miro hacia arriba y un hombre pájaro me saluda y me dice: 


busco algo que se perdió hace mucho tiempo 


                     entre las ramas de un árbol

quizás esto le prohíbe andar en bicicleta por la ciudad.






Registrando el recorrido...

...en medio de una tormenta de comunicacion , donde hay un pilar con seguridad y un pajarito que destaca por su belleza, al contrario del viejo cartero que espera ahí, lleno de oxido frente a la publicación de aysen, quien soporta el enredo de la naturaleza, alejado de la soledad de dos sillas, que me hablan sin decir nada al igual que los medidores que esperan a chapo que es algo infantil, que refugia a los niños los cuales se escapan por el techo o se esconden al fondo del patio. solo ellos pueden mezclar la delicadeza de un perro que vigila con una hermosa ternura, los cables que apuntan al cielo, que se camuflan entre las ramas, marcadas por una equis... algo que le indicara a sacha que espere un momento en el balcón florido, donde la navidad es una pequeña parrilla que esta junto al pasillo de ropa, que se seca sin sol. algo que no es fácil de construir, no es como reparar una bicicleta o una vieja y olvidada cúpula, que no deja claro; el pasar del tiempo sobre ella. miro hacia arriba y un hombre pájaro me saluda y me dice: busco algo que se perdió hace mucho tiempo puede estar entre la ramas de un árbol.Quizás esto le prohíbe andar en bicicleta por la ciudad.







jueves, 19 de mayo de 2011

A N Á L I S I S H U N D S T A G E

La película relata una serie de historias que ocurren dentro de un espacio común, en donde encontramos diferentes personajes que retratan la ciudad contemporánea y las problemáticas que en ella se presentan; una ciudad configurada por fragmentos, en donde la propia narrativa del film expone esta naturaleza urbana posmoderna. Se pone en boga la desinformación, la creencia de pertenecer a una realidad en la que la ciudadanía tiene derechos y exige lo que esta ciudad le debe entregar, pero ella es controlada por un poder que se hace invisible como regulador, simulando no existir para así generar en las personas, la sensación de ser libres y poder elegir.

La Hiper-realidad es lo que se obtiene cuando un Panóptico se desarrolla hasta el punto de que puede convencer a todo el mundo de que no existe; la gente continúa creyendo que es libre, aunque su poder haya desaparecido […]”
(Rheingold, 1993: 297-8)

Nos hemos basado en el tema Seguridad, representado por el vendedor de alarmas (Hruby) quien actúa como eje transversal en la narración de una película basada en los fragmentos. El método a través de cual analizaremos al personaje será por escenas en relación a la fragmentación narrativa, para así aplicar los conceptos expuestos en el texto de Soja, los que se ven reflejados en la influencia que tiene Hruby en algunos personajes.

En su primera aparición, el personaje de las alarmas observa analíticamente un conjunto habitacional similar a un condominio, ubicado en la periferia de la ciudad. Él representa el simulacro -la seguridad-, mientras el condominio es la construcción de este artificio y su consumidor, es la representación del mundo imaginario creado desde la manipulación que ejercen las fuerzas que controlan el simulacro, para mantener el orden. La seguridad referida a la hiperrealidad, al exceso de realidad contenida en un solo elemento, es potenciada por los medios como una necesidad creada que se auto-convence de ser necesaria; es ella misma quien construye esta dimensión ficcional. El vendedor transita por calles vacías, por espacios ausentes en donde no hay comunidad; finalmente el simulacro parquetematizado del condominio, que pretende expulsar todo tipo de alteridad y funcionar como un sistema de bienestar, se hace parte del simulacro y genera su opuesto: la no comunidad. La ciudad construida como parque temático, determina preferencias de consumo y estilos de vida dentro de los cuales cabe la seguridad, que finalmente es promovida por los medios, los que generan una psicosis colectiva con respecto a un peligro.

Nos encontramos frente a la  escena donde, para Hruby, ofrecer sus servicios a un  anciano veterano de guerra, dificulta su labor, ya que el ex militar ya maneja un mecanismo de vida en el cual se ha hecho cargo de su propia seguridad, instalando en su domicilio una especie de fuerte que se condice con esta psicosis determinada por la experiencia y los medios. Finalmente el anciano crea su propio simulacro y lo vive como una realidad, por lo que considera la oferta del vendedor de alarmas como un medio innecesario.
“Disimular es fingir que no se tiene lo que uno tiene. Simular es fingir tener lo que uno no tiene. Uno implica presencia, el otro ausencia. Pero la cuestión es más complicada, ya que simular no es sencillamente fingir (…) (ya que) fingir deja el principio de realidad intacto: la diferencia es siempre clara, tan solo está enmascarada; mientras que la simulación amenaza la diferencia entre <<verdadero>> y <<falso>>, entre <<real>> y <<imaginario>>.”
(Baudrillard,. 1983: 5)

Después podemos apreciar la relación que tiene Hruby en su primer encuentro con Ana, quien representa a la psicosis: la irrupción al simulacro. La chica no finge ni simula, sino que representa la realidad, la lucidez de vivir dentro del simulacro, es por ello que lo enfrenta ya que no es partícipe de él, y lo hace por medio de su estado psicótico natural y la constante molestia que implica para el vendedor de alarmas esta voz, que se traduce como el subconsciente de una realidad que él ha cegado por medio de la creación de esta hiperrealidad.  Ana pone en evidencia que el simulacro se ha encargado de establecer un estado de continuidad lo real y lo imaginario, perdiéndose así si diferencia. Finalmente Hruby baja a la chica de su auto, acción que pone en evidencia el enfrentamiento de estos conceptos: seguridad v/s psicosis.

En la siguiente escena, los consumidores del sistema de seguridad (vecinos del condominio), al darse cuenta que éste no ha sido efectivo, exigen que el bienestar por el cual ellos están pagando, sea compensado, siempre bajo la idea de habitar un espacio higienizado en el cual no tenga cabida la “podredumbre” social; el simulacro se ve amenazado y es por ello que Hruby pone en marcha un plan, bajo el cual se compromete a cumplir y responder para mantener en pie esta “realidad” oculta. La seguridad como Panóptico  se encuentra instalada en un punto estratégico, desde el cual controla la totalidad de un espacio, pero se encuentra oculta, “[…] hasta el punto de que puede convencer a todo el mundo de que no existe; la gente continúa creyendo que es libre, aunque su poder haya desaparecido […]” (Rheingold, 1993: 297-8)
Tras una noche de vigilancia, Hruby cae en la cuenta de que el sistema de seguridad que ofrece, no es tan necesario como supuestamente el creía, ya que no encuentra al culpable que rayaba los autos. Esto pone en evidencia, que el sistema es vulnerable, por lo tanto expone su debilidad: refleja el simulacro. Luego de este suceso, el vendedor de alarmas se encuentra casualmente con su antagonista y formula la solución al conflicto que enfrenta: volver a insertarse en la hiperrealidad, condenando a Ana por medio de un nuevo simulacro, por lo tanto, ocultando que el sistema no dio resultado y que esta obligado a fingir.

Finalmente Hruby se encuentra dentro de su auto momentos después de que violan a Ana, y comienza a llover. La lluvia es un elemento común en todos los personajes de la película, exponiendo que solo la naturaleza puede exhibir la miseria  del simulacro: detrás de la máscara solo hay vacío.